Recientemente había encontrado unas referencias de una gruta
que parecía estar poco inexplorada en las proximidades de Alhama.
Una vez ubicada la zona, nos fuimos por la A-391 hasta las
inmediaciones y posteriormente caminando por una pista forestal y más adelante por
una senda que nos dejó muy cerca de la boca. Allí tardamos un rato en localizar
la pequeña entrada.
En el interior
pudimos descubrir que ya habían pasado y arrasado con los siglos de buen hacer de la naturaleza, además que los amigos
del grafiti habían hecho de las suyas.
Tras tomas algunas fotos del interior aprovechamos para
disfrutar de las vistas que había hacia Santa Fe, campo de Tabernas y Cabo de
Gata.
Por el camino nos encontramos con una galería de unos 20
metros de largo, un gran aljibe y un abrevadero que al menos hicieron merece la
visita.